Cien años vistiendo
a Calderón

Organización: Sociedad Estatal para la Acción Cultural en el Exterior (SEACEX)
Lugar: Oratorio de San Felipe Neri. Habana (Cuba)
Fecha: Del 5 de junio al 5 de julio de 2008
Lugar: Art Gallery System (Miami Dade Collage) (Florida-EEUU)
Fecha: Del 15 de julio al 31 de agosto de 2008

La exposición pretende mostrar, mediante la exhibición de indumentaria teatral, la evolución de la puesta en escena de las obras de Calderón de la Barca en los últimos cien años. Desde los primeros movimientos vanguardistas, llegados del centro de Europa de la mano de Burmann, Cortezo y Emilio Burgos, pasando por las rupturas barrocas de Nieva y Puigserver, hasta las propuestas más recientes de Miguel Narros y Andrea D’Odorico.

Calderón de la Barca no es sólo uno de los autores que más se presta a la renovación escénica, sino también uno de los dramaturgos más conocidos y representados en toda Latinoamérica. En la segunda mitad del siglo XIX hubo un desembarco importante de compañías españolas que, desde Cuba, recorrían las plazas más importantes del territorio americano: Argentina, Perú, Venezuela, Colombia, Costa Rica, Panamá etc. Entre estas compañías deben citarse como las más importantes las de Calvo, Vico, Thuiller, Morano, Palencia-Tubau, y, sobre todo, María Guerrero y Fernando Díaz de Mendoza (con dieciocho giras en total). Entre los títulos de su amplio repertorio figuraban El alcade de Zalamea, La dama duende, La vida es sueño, El médico de su honra y El mágico prodigioso.

Entre los años de 1900 a 1936, fueron las compañías de Lola Membrives y Margarita Xirgu, las encargadas de importar nuevamente a Calderón: El Gran Teatro del Mundo, La niña de Gómez Arias, El Alcalde de Zalamea, etc., fueron los títulos que se llevaron a Cuba, Argentina, Uruguay y México.

En 1949 y hasta 1951 la Compañía “Lope de Vega”, dirigida por José Tamayo, recorre toda la América del Sur llevando los Autos Sacramentales, entre otros títulos calderonianos, El Pleito Matrimonial del Alma y del Cuerpo, La Cena del Rey Baltasar y El Gran Teatro del Mundo, que se representaron ante las fachadas de la catedrales de Lima, Bogotá, Medellín, Cartagena de Indias, San Juan de Puerto Rico, etc. reuniendo en algún caso a más de 50.000 espectadores.

A mediados de los años de 1960, la Gira Americana de la Compañía Nacional del Teatro María Guerrero de Madrid, trajo hasta estas tierras uno de los mayores éxitos de la dirección de José Luis Alonso, con escenografía y figurines de Francisco Nieva, La dama duende. Y por último citar el estreno, en el Teatro Cervantes de Buenos Aires, de El médico de su honra, primer título de la Compañía Nacional de Teatro Clásico. Y posteriormente, Antes que todo es mi dama.